Menú degustación de julio

En mi ánimo de retomar este blog con mayor rigor y constancia, he decidido hacer una entrada mensual para comentar mis lecturas. Recopilarlas y hablar de ellas de manera más general, haciendo hincapié en lo más destacable de cada mes.

Como muchos de vosotros sabéis, soy miembro de la comunidad Bookcrossing y allí llevamos una estantería virtual donde vamos anotando, por ejemplo, todas las lecturas que hacemos. En este caso se trata de una manera de contabilizar títulos y autores para un reto becero concreto, pero me servirá para ir comentando aquí, esas lecturas al detalle. Muchas de esas lecturas, son libros que llegan a mi por muchas vías, es decir, no se trata de libros «escogidos», de ahí la variedad y diversidad de opinión que me generan.

Este es mi listado correspondiente al mes de julio, que como veis, enlaza con los libros que son bookcrossing y, por tanto, tienen también un diario virtual (el cual, estáis invitados a visitar, obviamente). Es mi menú para la degustación de julio, te invito a probar, ¿gustas?

Guapa de cara
«Guapa de cara» ha sido un libro cargado de humor. El lector ha de averiguar quién es el asesino, desde la propia perspectiva de la muerta que, digamos, se toma el trabajo de investigar para comprobar quién la ha mandado para el otro mundo.

De los títulos listados arriba, destacaría tres: «La uruguaya» , «Las diez mil cosas» y «Relatos de lo inesperado».

«La uruguaya», de Pedro Mairal ha sido una vuelta a las raíces, a mi esencia, a los orígenes. La fuerza de la lengua, de las expresiones, del lenguaje materno, no perdido en mi caso, pero sí modificado. Es increíble cómo las palabras, los dichos, la forma de hablar,… determinan quienes somos. La historia que narra esta novela es la de uno de esos amores imposibles que llegan con el ardor de lo prohibido, de lo inalcanzable y se agarran a ti como una enredadera.

Para mi, la fuerza de esta novela está en

La uruguayael cómo, no tanto en el qué.

 

Me cuenta una historia que he oído, leído y tal vez vivido, muchas veces, pero lo hace con tal rotundidad, que el lector cree leer algo diferente. Y eso lo consigue Mairal, creo, por el lenguaje coloquial empleado y por la cantidad de referencias en las que se apoya: música, lugares concretos, olores, etc.

Se trata de un libro muy breve que, si logras conectar con el protagonista (narrador en primera persona), probablemente, no te lleve ni una tarde leerlo.

Primer plato:

Gran catalizador de sensaciones.

Mi siguiente lectura destacable del mes ha sido «Las diez mil cosas», de Maria Dermout. Título compartido en el club de lectura virtual que, junto a María, coordino en Facebook: Redleyendo . Un sitio que os invito a visitar y donde los comentarios de los participantes consiguen engrandecer cualquier lectura. Era una autora desconocida y aunque no se trata de una novela al uso, puesto que está dividida de manera que puede leerse como si de relatos independientes se tratase, consiguió sorprenderme. No diría atraparme, pero sí logró reportarme una sensación de estar en otro mundo.

La estructura narrativa se merece un 10, si bien es cierto que para descubrirla hay que llegar al final y tal vez eso, no sea tarea fácil…y la ambientación, otro 10. Una historia en la que me costó meterme, pero que disfruté en cada página por la riqueza del lenguaje y el contexto donde se desarrollaban los hechos.

Segundo plato:

Paisajes para dejarse llevar y vivir otras vidas.

El último libro que leí en julio fue «Relatos de lo inesperado» de Roald Dahl. Autor ya conocido por mi, pero que siempre consigue fascinarme de una manera o de otra.

Esta compilación de cuentos, guarda verdaderas joyas. Piezas pequeñas que son ideales para releer porque juegan con la idea de sorprender al lector, siempre en los últimos coletazos. Y aquí sí que hay que quitarse el sombrero frente a las tramas: inesperadas, alocadas, cargadas de suspense, con tintes de humor inglés refinado, … unos desarrollos estupendos para esta época del año.

Dentro de esa selección de relatos que conforman este libro, destacaría muchos títulos y de ellos hablo en la entrada bookcrossing. Especialmente, me han llamado la atención los relatos sobre los que que Hitchcock hizo su correspondiente capítulo televisivo en aquella serie que rodó para la tv británica. Nadie como él, creo, ha sabido tratar el suspense y el misterio. Roald Dalh fue uno de los autores de los que el cineasta se nutrió para conseguir esas tramas tan angustiosas que pudimos ver en la tele.

«Tatuaje» es uno de los cuentos que más me han impactado. Os dejo el enlace a este documento en pdf donde podéis encontrarlo (p. 172), junto a muchos otros incluidos en este libro.

La historia se desarrolla en Paris durante los duros años de entreguerras  y gira en torno a la misteriosa obra de arte tatuada por Soutine (el famoso pintor) sobre la espalda de Drioli, personaje sin escrúpulos, borrachín y poco inteligente. Y como he dicho antes, el final es rápido, abierto, como una estocada mortal.

Postre:

Expectación y suspense en grado supremo.